Busco tu sonrisa entre
los andenes,
entre cada estación de metro,
en cada parada,
cada vez que alguien
sube al tren busco en su mirada algún destello de ti,
busco encontrarte en sus
ojos,
y miro su pelo buscando el tuyo.
Se sientan a mi lado,
ocupando huecos que te pertenecen,
que tengo reservados para ti,
Por megafonía
se anuncia la llegada a una estación nueva,
recorro el plano de metro de Madrid
deseando encontrarte,
sé que nunca ocurrirá,
que no será hoy cuando llenes el
vagón con tu sonrisa,
que estas caras tristes no verán hoy tu luz,
Aún así,
siempre que viajo reservo un sitio para ti pues
, aunque no estés,
siempre
viajas en mí,
no sales de mi ni un solo segundo,
tienes tarifa plana a mi lado.
Pasando por Lago
recuerdo
la primera vez que recorrimos esta línea juntas,
recién llegadas las dos a esta
ciudad,
tú de viaje y yo de vuelta,
hacía más frío entonces.
Ahora la primavera
brota entre los prados
llenando todo de
luz,
aroma., colores y formas,
dejando una estela con tu nombre tras tus
huellas.
Madrid huele a los días
que lo pisaste,
la gente a la que hablaste aún recuerda la armonía que
transmites,
en cada esquina encuentro recuerdos de ti por esta ciudad…
Alguien canta en el metro,
sus estrofas me llevan inevitablemente a ti,
y en el estribillo puedo leer tu
nombre,
sin pronunciarlo,
pero ahí está, dulce y melódico, corto, pero intenso,
y en la última vocal, evoco tu imagen, imperfectamente perfecta.
Y antes de
salir del tren,
leo en un cartel publicitario que dice en mayúsculas
“Madrid te
necesita”,
salgo de la estación pensando
“Y yo a ti.