Otoño

Nace el otoño en las calles de Madrid,

sus primeros pasos da con el tintineo del viento en un cristal.

El aire huele a frío y a humedad,

pero el corazón arde de sentimientos,

el calor de un abrazo te cala los huesos.

Sigue naciendo el Otoño por aquí,

un torrente de hojas secas precipita dulcemente en el suelo,

alguna de ellas cae sobre mi ropa,

hojas de principios de Otoño, hojas del corazón.

Las noche llega antes a su ser,

la vida camina despacio,

la luz de un amanecer,

arropada bajo tus encantos.

El Otoño es como el corazón,

es cuando se limpia de impurezas, se limpia del dolor del verano,

dejando sólo lo más puro en él,

dejando sus troncos, jóvenes o viejos,

algunos han aprendido, algunos son más fuertes,

y en Otoño su sabiduría nos sorprende,

y su belleza también.

El color de Otoño

es el color de una hoguera,

del abrigo de una manta,

del sabor de un abrazo

y de la eternidad de un suspiro.

Llega el Otoño a Madrid,

el aire huele distinto, 

y sin embargo, añoraba ese olor,

esa fragancia imposible.

Todos somos árboles de Otoño,

nuestra vida no es tan distinta a las estaciones,

cuando llegue el calor y nuestras hojas sean verdes,

nuestro corazones habrán aprendido una vez más.

Llueve lentamente el cielo de Madrid,

llueve y la lluvia nos transporta,

llueve y vuelo hasta tí,

llueve y me cala en la sonrisa.

Amanece otro día junto a tí,

tu cuerpo huele a Otoño,

tus besos a carmín.

Nace el Otoño en las calles de Madrid,

solo quiero estar, solo junto a tí.

...Nadie se duerme ante las cosas bellas...