La pecera de la vida

Vivimos en una gran pecera

es un gran mar

donde convivimos con múltiples peces,

peces de miles de formas, tamaños y colores.

Estos peces forman parte de nuestro día a día

de nuestras experiencias,

de nuestros recuerdos,

de nuestras vidas.

Pero, nosotros somos peces raros,

somos peces que aunque convivimos con los otros,

nos enfrascamos en nuestras peceras.

Nos metemos en peceras raras,

peceras que creamos como si fueran una burbuja que nos protege del resto

esa burbuja que nos cubre de los demás.

Vivimos en nuestras burbuja de piel y miedo

intentamos no chocar con las burbujas ajenas,

no vaya a ser que se junten demasiado y haya una explosión de sentimientos,

es como cuando paseas esquivando a todo el mundo, 

como si el simple roce ajeno fuera a matarte.

Creamos peceras y burbujas

capas y capas

Nos metemos dentro,

aveces dejamos tirada la llave en el mar....

Y todos nosotros,

peces enjaulados en nosotros mismos,

deseamos que otro pez

encuentre la llave 

y abra nuestra burbuja de cristal.

Es muy grande el mundo como para vivir en un vaso de cristal

es muy corta la vida como para esconderse tras la capa de invisibilidad

Solamente los peces muertos siguen la corriente del mar

solo si te escondes en tu pecera, aunque estés vivo,

también seguirás esa corriente...

¿Acaso no ves las maravillas del mar?

¿ No tienes ganas de echar a nadar?

No importa el tamaño de tu pecera,

solo importa lo que haces con ella.

Puedes tener una pecera enorme,

una burbuja inmensa,

pero estar solo tú dentro de ella

o puedes vivir en una pecera tan pequeña,

que ni tu entres bien en ella, pero la compartes con todos.

Vive tu pecera,

construyela,

hazla del tamaño que necesites para sobrevivir 

decórala con sonrisas,

con ilusiones,

con sueños,

con abrazos,

con besos, 

con caricias... 

Haz que tu pecera represente lo que quieres en la vida,

saca de tu pecera todos tus miedos,

tus prejuicios,

tus mentiras,

tus dolores, 

tu odio...

Puede que tu pecera actual,

no admita esos cambios,

puede que al desterrar los malos sentimientos

tu pecera se rompa,

o que sea tan pequeña que no entren los valores que anhelas.

Salta de tu pecera,

libérate del ahogo,

de las aguas sucias

y de la corriente de los peces muertos.

Salto hacía ti,

mi pececito,

mi pecera está donde estés tú.

Mi pecera  está contigo,

en mi pecera hay un agujero para que entréis y salgáis mis amigos, 

hay hueco para todos,

no obstante, en mi pecera,

hay un pez a quien no quiero perder,

un pez que nada conmigo

y que construye conmigo esta pecera de sueños.

¿Quien quiere nadar un poco y desprenderse de su pesada pecera de cristal?

:)

Nada, nada y vive, sueña tu vida, vive tus sueños y hazlos realidad